La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la gestión de proyectos al permitir decisiones más informadas y optimizar recursos. Automatiza tareas repetitivas como el seguimiento de cronogramas, gestión de presupuestos y asignación de recursos, liberando tiempo para actividades estratégicas. Además, la IA identifica riesgos potenciales y ofrece soluciones proactivas, reduciendo costos y retrasos. Al manejar grandes volúmenes de datos en tiempo real, mejora la eficiencia y calidad de los entregables. Adoptarla es esencial para modelos de trabajo más ágiles e innovadores en un entorno competitivo.